Con un
beso le cerraría la boca… melancolía, dolor…
Te escapas, se escapa, distancia lejanía. Le
parece un sueño, algo irreal.
Incomprensión,
no busca un culpable, no hay culpables, hay una realidad.
Daño
gratuito.
Cuando la estupidez abofetea a la inteligencia, ésta tiene derecho a comportarse estúpidamente ...(Ben Gurno )
Cada
beso, cada instante se hace único, como si fuera la primera vez.
Los
besos se hacen propios, según sea su destinatario, da igual que se haya besado
multitud de veces esos labios, cambia el objeto
cambia el deseo, de ahí esa
conversión.
Se
siente de forma distinta y hay que saber diferenciar los deseos en cada momento, no caer en la
confusión, no mezclarlos.
Cada
deseo con su cuerpo, su cuerpo con su deseo
e intención.
Reposa
su cansancio entre las sábanas, porque amar cansa cuando se ama puesta el alma
en la lengua.
Con el
día las cosas se adaptan a sus formas, recuperan sus límites, sus dimensiones.
El hueco de la noche es ahora plenitud, estancia, totalidad.
Quiere
pensar a solas, al lado de ese fuego que se consume.
Intentar
no rendirse a la monotonía, escribir es
su forma de evadirse de la realidad. De escapar. Cuando escribe se convierte en un gato negro, solitario, que
deambula por los tejados nocturnos sin seguir una dirección definida. Como
perdida.
Todos ignoran que,
cada noche, va entretejiendo sus sentimientos entre las letras impresas,
resbalan lánguidas…
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