Lo Sabían

Ella sabía lo que podía suceder, una serie de acontecimientos precipitaron el encuentro.

Una despedida de año surrealista, trabajo, alcohol, sustancias de todo tipo, sentimientos a flor de piel, exaltados por las circunstancias… el Jonnhy y los ansiolíticos no son buena combinación…

La noche transcurrió como era de esperar, catastrófica, una cena con la familia de ella que nunca olvidará… cruce de miradas, caricias, roces, varios por favor : “vete a casa, te llevo, ya trabajo yo esta  noche”; por favor  “ quédate en casa de mi madre, por favor no sigas …”

Suenan las campanas, dong dong dong dong , campa tras campana se le caían lágrimas, doce lágrimas de año nuevo : “Feliz 2012”

Las primeras del año, no serán las últimas de esa noche, de ese comienzo de año, solo las primeras….

Besos de compromiso, las lágrimas no dejaban de brotar... un beso frío con su madre, un abrazo con su tía, única cómplice y entendedora en ese momento, con él, besos de ternura y compresión, no está bien y ella y él lo saben…

 “No más lágrimas, no más” gritaba ella en su interior, “Mi maquillaje, se estropea”, siempre con ese punto de frivolidad, vanidad, divinidad que le rodea. Arma que utiliza para ocultar sus verdaderos sentimientos.

El móvil no dejaba de sonar, llamadas, mensajes, ella no contestó a ninguno, sus amigos de verdad la perdonarán, no estaba para felicitar a nadie… Con todas sus fuerzas deseaba que ese año acabara, pero la incertidumbre del nuevo año también la angustiaba.

Primera copa del año, primer reproche.

- ¡¿Por qué bebes delante de tu madre?!

-¡Por qué me da la gana, no me tengo que ocultar de nada y de nadie, ya te lo he dicho, puedo ir con la cabeza muy alta!

Se terminó la copa, y se fueron a trabajar, no si antes hacer una parada por casa, muy a pesar ella, lo evitó hasta el final, a recoger más pastillas.

No había muchas ganas de fiesta, poca gente, un grupo que presenció la segunda bronca del año, ella insistía en que se fuera a casa, no estaba bien, no podíamos dar el espectáculo en público, no, ella no podía permitirlo.