martes, 28 de febrero de 2012

A su manera


-Sí, me desnudo, pero a mí manera.

Se quitó su jersey y su tanga, las únicas prendas que le quedaban

Ahora ella toma las riendas, le va a enseñar lo que es una dómina.



-          ¡¡ Desnúdate y siéntate ¡ exclamó mientras le señala una silla. Él lo hace sin protestar.

Delicadamente deja sus gafas de sol sobre una mesa de cristal, se quita la chaqueta y la coloca en el respaldo de una silla, todo con mucha tranquilidad, con demasiada diría ella, camisa, pantalones, calcetines y por último los calzoncillos.

Ella le mira con complacencia.

Él ya está excitado. Totalmente desnudo se dirige a ella, que le observaba fijamente, e intenta cogerla para darle un beso. Con un movimiento brusco y violento, ella se retira y le empuja hacía la silla.



-¡¡ Qué haces, estás tonta, qué te pasa, casi me tiras ¡!

-¡¡ Cállate, nadie te ha dado permiso para hablar ¡!



Sin que él se diera cuenta, ella había cogido el cinturón de sus vaqueros, con un movimiento rápido le ató una de sus manos a la reposabrazos de la silla.

Él se sorprendió, pero con deseo, inquietud, de querer saber más, se dejó hacer… Cogió el otro cinturón, esta vez el de él y le asió fuertemente la otra mano.

Atado a una silla, inmovilizado de manos, casi no se lo podía creer. La excitación se notaba en el rubor de sus mejillas y en la erección de su miembro.



-          ¿Qué me vas hacer? Preguntó.

-          Nada, darte placer. ..Y le besó dulcemente en la boca






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